Gustavo Coronel
Ayer, en el tribunal que
preside una enana moral llamada Susana Barreiros, la voz de la dignidad
venezolana se hizo oír con claridad suficiente para ser oída en el mundo
entero. Para que se sepa que en Venezuela hay gente que se resiste a capitular
frente a la barbarie representada por el analfabeta de Nicolás Maduro.
La
opinión internacional clama por la liberación inmediata de los presos políticos
venezolanos, mientras organismos como la OEA y UNASUR guardan un cobarde
silencio, el silencio hermanado con el oportunismo a lo Insulza o con el
narcotráfico a lo Samper.
Que espera la oposición venezolana
para ponerse de pié frente a la pandilla que ha arruinado al país?
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Foto: Reuters |
Leopoldo Lopez, ayer en el Tribunal, dijo:
“Pero en la decisión que usted
firmó no menciona ninguno de esos dos artículos, (23 y 31 de la Constitución)
por lo claro y contundentes que son. Se limita a mencionar el artículo 1 de la Constitución y destaca que Venezuela es
soberana, pero permítame recordarle que los derechos humanos no conocen
fronteras. Yo sospecho que usted no hizo esa decisión, que la hicieron otros,
los que usurpan la justicia y la someten a intereses políticos. En este
tribunal, como en la mayoría de los tribunales del país, no están los que
verdaderamente deciden. Y los que deciden no están en estos tribunales para oír
a los acusados; y, lo más grave, para oír a las víctimas”.
“¿Cómo es posible que usted
haya cerrado su tribunal durante más de un mes para evadir la respuesta que
debía dar a la ONU? ¿Cómo no le importa que, además del nuestro, fueron
paralizados los más de 800 juicios que pueden haber en su tribunal? ¿Cómo se atreve a desconocer la autoridad del
Alto Comisionado para los Derechos Humanos?
¿Cómo entender que al responder a la ONU usted se haya extendido en
repetir los argumentos de la Fiscalía y solo en la antepenúltima página, de un
total de 18, haya hecho mención al Grupo de Trabajo, y solo para decir que no
es un organismo jurisdiccional?
“Tenemos sicarios, sicarios de
la justicia. Usted, que es una jueza provisoria y no tiene autonomía, como
todos los que han intervenido en este caso y más de 70% de los jueces
venezolanos; usted, que sucumbió ante la amenaza de ser encarcelada como la
jueza María Lourdes Afiuni; usted no me va quebrar. Estoy más fortalecido que
nunca, aferrado al amor que siento por mi familia y por mi país”.
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