Rivadávia Rosa
As FARC - Forças Armadas Revolucionárias da Colômbia (Las Farc - Fuerzas Armadas Revolucionarias
de Colombia) – é uma organização (a)
narco-guerrilheiro-terrorista-seqüestradora – de formação marxista-leninista –
surgida em 1964 (exportação do comunismo
cubano), dirigida por um 'secretariado' com seis membros, sob o comando até
a morte (sempre) - de Pedro Antonio Marín, vulgo ‘Marulanda’ ou ‘Tirofijo’
(em Caracas, Chávez Frías inaugurou uma praça em sua ‘homenagem’ – texto no
final), substituído então por Guillermo León Sáenz, vulgo "Alfonso Cano" que morto foi
substituído por Rodrigo Londoño Echeverri, vulgo 'Timochenko' ou 'Timoleón
Jiménez'.
As FARC
integrante assim como o Partido dos Trabalhadores (do Brasil) do famigerado
Foro de São Paulo, organização
oculta que comanda as organizações de esquerda latino-americanas, remanescente da guerrilha continental
apoiada e financiada por Cuba que pretendia a tomada do poder pela violência
nas décadas de 60/70, cujo objetivo
anunciado em comunicados à opinião pública – é ‘acabar com as desigualdades
sociais, políticas e econômicas, assim como com a intervenção militar e de
capitais norte-americanos na Colômbia’ mediante o estabelecimento de um Estado marxista-leninista e bolivariano
(las Farc han afirmado que su objetivo es
acabar con las desigualdades sociales, políticas y económicas, así como la
intervención militar y de capitales estadounidenses en Colombia mediante el
establecimiento de un Estado marxista-leninista y bolivariano).
Nesse desiderato insensato e criminoso sequestra, executa, comercia
pessoas, provoca dor, mortes, sofrimento, violação à dignidade humana para
obter lucro e benefício político, explode bombas indiscriminadamente,
inclusive contra civis inocentes, arrasa povoados inteiros, assalta quartéis e
órgãos policiais – demonstra efetivamente certificada ou não operar como uma organização terrorista, sem nenhum
cunho humanitário, [Algunos de éstos dicen militar en un progresismo que ama a toda la
humanidad. Los episodios relatados prueban, otra vez, que quienes aman a toda
la humanidad suelen tener problemas con las personas concretas y cercanas que
la componen] como advogam alguns setores movidos a cinismo e hipocrisia
esquerdizóide (a não ser pela patologia novilingüística).
No atual momento negociam a
“paz” com o governo legítimo da Colômbia na matriz cubana da barbárie – impondo
as condições e recusando-se a um referendum em que o povo seria ouvido e
decidiria sobre o acordo.
Confira abaixo o Editorial do
“La Nación”.
Título e Texto (e Grifos): Rivadávia Rosa, 02-9-2013
Las FARC y sus crímenes
Después de nueve meses de
diálogo, por fin los guerrilleros asumieron en la mesa del proceso de paz su
responsabilidad con la sociedad de Colombia.
El proceso de paz en Colombia
avanza, aunque muy lentamente. Aún se discute el segundo punto de la agenda sobre
la forma en que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) podrían
insertarse en el mundo político colombiano. Hasta ahora, sus intentos por
obtener representatividad parlamentaria sin pasar por las urnas han fracasado.
No obstante, ocurrió un hecho
significativo: después de nueve meses de diálogo, el reconocimiento explícito
de las FARC de las responsabilidades que les corresponden por los crímenes de
lesa humanidad que cometieron durante el conflicto armado interno con el que,
por espacio de medio siglo, azotaron a Colombia. Hasta ahora, las FARC habían
negado sus graves responsabilidades, alegando que sus integrantes eran
"luchadores populares", razón por la cual no podrían haber cometido
crímenes contra el pueblo, lo que resulta un verdadero absurdo a la luz de las
normas de las Convenciones de Ginebra de 1949.
Los crímenes de guerra
-delitos de lesa humanidad cometidos durante un conflicto armado interno- en el
caso específico de las FARC incluyeron toda suerte de cobardes asesinatos, daños,
despiadados secuestros, violaciones y robos de todo tipo, además del tráfico de
drogas y del consiguiente lavado de dinero. El pronunciamiento por las FARC lo
hizo, ahora, Jorge Torres Villegas (alias "Pablo Catatumbo"), quien
sugirió que una vez alcanzada la paz definitiva se obligarían a "un nunca
más", para que, señaló, no aparezca de nuevo "la crudeza y el dolor
provocados desde nuestras filas". Seguramente para desvalorizar el
dramático informe del Centro Nacional de Memoria Histórica, dado a conocer hace
pocos días, el vocero de las FARC propuso además que una comisión de expertos
nacionales e internacionales haga un balance del número de víctimas del
conflicto, que según el referido Centro, ha dejado unos 220.000 muertos desde
1958, de los cuales 176.000 han sido civiles inocentes.
Después de la que ha sido la
decimotercera ronda de negociaciones entre el gobierno de Colombia y las FARC,
éstas anunciaron que entraban en una breve pausa unilateral, para evaluar lo
sucedido hasta ahora. El regreso a la mesa de negociaciones parece haber dejado
de lado las sospechas de que éstas fracasarían.
El presidente Juan Manuel
Santos ha enviado al Congreso un proyecto de ley para convocar a un referendo
aprobatorio del acuerdo al que finalmente se llegue, y propuso también que sea
simultáneo con las próximas elecciones presidenciales. Quizá por esto las FARC
se oponen, aunque no hayan abandonado la mesa de negociaciones.
Editorial, La Nación,
02-9-2013
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